El holocausto del burgerking

Todo comenzó el 1 de marzo... Por aquella fecha yo andaba por los alrededores de sevilla buscando un sex shop donde vendieran muñecos inchables de Antonio Machado, cuando yo andaba algo distraído porque tenía puesto los poemas de lorca por el mp3, por lo que andaba muy calentorro; entonces escuché a unos niños felices en una guardería de la esquina.

Pero nada más girar la cabeza y fijarme en esos niños, el coche se extrelló contra algo, suerte que el airbag con la cara bordada de Quevedo me salvó; eso sí, el coche había quedado reventado, pensé que me habría chocado con la parez de un edificio, o con el tobillo de la sherif.  Pero por desgracia, se trataba del alumno favorito del régimen lingüista... estaba jodido, por mi culpa el nuestro canciller de la lengua no podría disfrutar de sus bukakes, ni el coronel tampoco.



Entonces pensé en lo más sencillo; tirarlo al rió, pero pensé que el edor que desprendería sería 
suficiente como para matar a todos las moscas del vertedero, por lo que decidí ver si estaba vivo. Así que sin más dilación cogí un palo y pinché en aquella masa de blandiblu, y para mí sorpresa se peió, lo que acabo mandandome al hospital.

 

 4 días después desperte y me informaron de que había sufrido una intoxicación química que casi me mata, a continuación me dijeron que mi porcinoide deforme se había escapado del zoo en el que lo habían metido temporalmete mientras yo estaba en coma, y que misteriosamente había desaparecido todos los animales de ese zoo.

Nada más enterarme de esto, salí rápidamente del hospital para buscarlo, pero una vez más el destino jugó en mi contra, debido a que nada más salir, aparecieron un grupo de escolares felices, y me dijeron que se habian perdido.

Un par de horas y una discusión con la policía después, ya salí decidido a encontrarle, pero me temo que no conseguí nada pero ví algo que me llamó la atención, los burger kings estaban cerrando, así que decidí acercarme para preguntar a un empleado que salía llorando de un burgerking desauciado.

El me dijo que su arma secreta (una bestia hambrienta) que atacaba los macdonalds acambio de hamburguesas, había desaparecido; y que el macdonalds sin los ataques había arruinado a los burgerkings llevandose a toda la clientela.

Entonces supe que la bestia se había escapado, y que el reich me mataría por no haberlo encontrado, y cuando se arruinen los burger kings, seguramente la bestia se morirá de depresión....

 

Contiuará.....